Historia de las Cumbres Iberoamericanas
La I Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno de 1991 consagró en su Declaración final el reconocimiento de un espacio común iberoamericano de concertación política y de cooperación al que de año en año se ha ido dotando de profundidad y contenido.
“Hemos decidido constituir la Conferencia Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno con la participación de los Estados soberanos de América y Europa de lengua española y portuguesa”.
La Conferencia Iberoamericana tiene como eje central la celebración bienal (anual hasta 2014) de la Cumbre Iberoamericana, una reunión del más alto nivel político. Dicha reunión es coordinada por la Secretaría Pro Témpore (constituida por el país anfitrión de la Cumbre) de la mano con la Secretaría General Iberoamericana.
La Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores es el segundo órgano en orden de importancia en la toma de decisiones después de la Cumbre. La cita se sigue celebrando anualmente para dar seguimiento a los mandatos emitidos por los Jefes de Estado y de Gobierno durante la Cumbre inmediatamente anterior.
Además, las reuniones de Coordinadores Nacionales y de Responsables de Cooperación son las instancias de gestión y de discusión habituales y se convocan varias veces al año. Por su parte, las Reuniones Ministeriales reúnen cada dos años (anualmente hasta 2014) a los ministros y altos responsables iberoamericanos de diferentes áreas para tratar temas sectoriales. A su vez, existen diversos foros y encuentros entre empresarios, la sociedad civil, de parlamentarios, gobiernos locales y diferentes tipos de organizaciones que también celebran citas técnicas.
Todas estas reuniones, foros y encuentros sirven para que los mandatarios iberoamericanos puedan discutir y priorizar los temas que abordarán durante la Cumbre.
Los encuentros constituyen un foro privilegiado para tratar asuntos multilaterales. Crean un clima de confianza entre los diversos actores que permite intercambiar experiencias, establecer diagnósticos compartidos y concertar posiciones comunes ante los desafíos que enfrenta la Comunidad.
Los miembros de la Conferencia Iberoamericana son los 22 países de Iberoamérica: 19 países de América Latina de lenguas castellana y portuguesa, más Andorra, España y Portugal.
Además, la Conferencia Iberoamericana cuenta con Observadores Asociados (Estados) y Observadores Consultivos (Organizaciones internacionales). Su presencia permite promover una vinculación más estrecha con otros miembros de la comunidad internacional y abrir así Iberoamérica a los países y espacios afines lingüística y culturalmente.